8 jun 2023
Tristan Corbière - Rondel
Niño, ya ha oscurecido, oh ladrón de centellas.
Se acabaron las noches, se acabaron los días:
duerme mientras esperas esos días y noches
que decían jamás o que decían siempre.
¿Oyes cómo se acercan? Vienen sin hacer ruido:
tienen pies muy ligeros… El Amor es alado…
Niño, ya ha oscurecido, oh ladrón de centellas.
¿No les oyes hablar? No, las tumbas son sordas.
Duerme, pesa muy poco la flor de siempreviva.
No vendrán tus amigos, los de tontas disculpas,
apedreando severos a tus chicas alegres…
Niño, ya ha oscurecido, oh ladrón de centellas.
Francis Bacon entrevistado por Marguerite Duras
7 jun 2023
Jacobo Fijman - Canción al lavador del sueño y de la tarde
Dad el sueño a la tarde
y no habremos tarde.
Dad a la flor el sueño
y no habremos flor.
Las soledades van del no ser a la tarde,
de la tarde al no ser,
del no ser de la flor
al ser de flor.
Tú lavador de tardes
devuélvenos la tarde.
Tú que lavas el sueño,
el no ser de las cosas,
devuélvenos la tarde,
la eternidad de ser,
la eternidad de nada.
6 jun 2023
Werner Herzog - Como nada
La lluvia paró, pero el río sigue creciendo. Ahora sí que desciende una tristeza sobre la tierra entumecida de silencio. Lo que hoy fue asesinato, mañana se lo llama sacrificio. El campamento se hunde en fuertes presiones. De vez en cuando llega un bote sin motivo, no trae nada y desaparece nuevamente. Alguien hurgó en un montículo de ramas en descomposición, sin nada que buscar. El día tiene el ánimo de las noches cargadas de miedos. Deseé muy intensamente y del todo en vano que un «indio» afilara su «machete» sobre una piedra plana y que con eso pasaran volando como nada cien años.
En La conquista de lo inútil
5 jun 2023
Arnaldo Calveyra - No te olvides
No te olvides de estar en varias partes a la vez,
en forma casual a veces, ubicua tantas otras,
como los dioses que de joven saludaste en Grecia.
No te olvides del calor de las manos.
No te olvides que al comienzo y al final de la frase
la misma sensación de impotencia nos rondaba.
De esa nada, del polvillo de las velas prendidas,
no te olvides.
Se encuentran entre dos corrientes de aire,
no te olvides.
Del libro que se apretuja entre tus manos.
De la palabra destartalada.
Del labio que se ausenta del rezo.
Del calor de las velas.
De los pabilos prendidos como ríos meditabundos
por calles de Copacabana, Bolivia.
Del ojo izquierdo de santa Eulalia,
cierva acosada por la jauría,
de Renunciada, de Gertrudis, de Angélica Delicia María.
De los ojos de los padres de las santas.
De los oídos que entonces fuimos,
del viaje emprendido a la luz de las velas.
Del dialecto gregoriano.
Mientras la teoría de luces se concentra hasta apagarse.
Del dialecto de miradas.
De la reunión de santas bajo tierra.
Del muerto bajo tierra.
Del encuentro de la palabra con su silencio.
4 jun 2023
Juan L. Ortiz – No era necesario
No era necesario mirar el cielo ni las ramas.
Aquí te vi, en la tierra pura, en la tierra desnuda.
Aquí te vi, espíritu primaveral, danzar o arder serenamente como la alegría sin nombre,
transparencia imposible de una dicha flotante sobre el polvo.
Aquí te vi, niña fantasmal de velos diáfanos, en el mediodía inexistente.
No era necesario mirar el cielo ni las ramas
3 jun 2023
Charles Bukowski - Barfly
Versión: Isaías Garde
Jane, que lleva muerta 34 años,
jamás se hubiera imaginado
que yo iba a escribir un guion acerca
de los días
en que nos emborrachábamos juntos
y que eso se iba a convertir en una película
y que una hermosa estrella de cine iba
a interpretar su papel.
Puedo escuchar a Jane ahora: "¿Una hermosa estrella de cine? ¡Oh,
por Cristo bendito!"
Jane, eso es el mundo del espectáculo, así que volvé a dormirte, querida,
porque no importa cuánto lo hayan intentado,
ellos no pudieron encontrar a alguien
exactamente como vos.
barfly
Jane, who has been dead for 31 years,
never could have
imagined that I would write a screenplay of our drinking
days together
and
that it would be made into a movie
and
that a beautiful movie star would play her
part.
I can hear Jane now: “A beautiful movie star? oh,
for Christ’s sake!”
Jane, that’s show biz, so go back to sleep, dear, because
no matter how hard they tried they
just couldn’t find anybody exactly like
you.
Raúl González Tuñón - Los poetas del domingo
“Haz como aquellos hombres que trabajan seis días/
y en los domingos podan unas plantas queridas” Banchs
No suelo desdeñar los versos sensibleros
con su luna barata y su candor legítimo
y tras cuyo sabor popular se adivina
la historia brava o la novela triste.
Puede allí estar la gracia; la insólita inocencia
típica de esos hombres que trabajan seis días
y pintan en domingo.
Ese clima inefable de las ventanas pobres
con los visillos cursis y los desvelos íntimos
y de los corralones de extramuros sureros.
Algo de lo que estaba detrás de Henri Rousseau,
el peintre du dimanche, con su novia increíble
y la Shilly Simphony de su violín fulero.
Y el silencio que llega con su carga de raso
que la intemperie perfumara.
La canaleta, el patio, la lámpara furtiva,
una foto de Tita Merello, desvaída.
Y atrás la calle con su río
y un sauce, un almacén, un suicidio y un tango.
2 jun 2023
Jorge Luis Borges - Arrabal
El arrabal es el reflejo
de la fatiga del viandante.
Mis pasos claudicaron
cuando iban a pisar el horizonte
y estuve entre las casas
miedosas y humilladas
juiciosas cual ovejas en manada,
encarceladas en manzanas
diferentes e iguales
como si fueran todas ellas
recuerdos superpuestos, barajados
de una sola manzana.
El pastito precario
desesperadamente esperanzado
salpicaba las piedras de la calle
y mis miradas comprobaron
gesticulante y vano
el cartel del poniente
en su fracaso cotidiano
y sentí Buenos Aires
y literaturicé en la hondura del alma
la viacrucis inmóvil
de la calle sufrida
y el caserío sosegado.
En Fervor de Buenos Aires, 1923
César Aira - Pelopincho y Cachirula
De chico yo tenía pasión por Pelopincho y Cachirula, una tira cómica cuyo autor firmaba con el seudónimo Fola (un anglo-uruguayo de nombre Geoffrey Foladori). Era lo primero que leía en el Billiken, los dos personajes (casi nunca había otros, era un mundo habitado por ellos dos) me caían inmensamente simpáticos. Pelopincho era un niño cabezón, peinado a la gomina a pesar del nombre, casi siempre vestido con un trajecito formal, con moñito. Cachirula, a la que Pelopincho en confianza llamaba Rulita, o Cachita, era una niña con un enorme moño en el cabello. La relación entre ambos no era explícita, o mejor dicho era distinta en cada tira: podían ser amigos, vecinos, vivir juntos, no conocerse, él podía ser el chofer de ella, ella la vendedora de una tienda y él un cliente... Porque no necesariamente eran niños, en realidad no lo eran casi nunca. Como no había nadie más en el mundo en que vivían, debían desempeñar todos los papeles. Y éstos eran locamente cambiantes. Recuerdo que en una ocasión Cachirula (o más bien Fola) ironizaba sobre estos cambios: aparecía harapienta, con su moño alicaído, y decía; “¡Las vueltas de la vida! Ahora Pelopincho es un magnate, y yo me veo obligada a mendigar para poder comer”. A la semana siguiente ella podía ser una señora burguesa y Pelopincho su jardinero. Eso era lo que más me gustaba. Era una libertad, un espectro de posibles de ser cualquier cosa, por ejemplo ser adultos sin dejar de ser niños, ser bombero, taxista, vendedor de zapatos, artista, comerciante, escolar, y a la vez seguir siendo Pelopincho y Cachirula. Por el lado del autor, se explicaba sin dificultad: tenía un chiste para dos personajes, casi siempre un chiste viejo, alguno de esos clásicos serviciales, y lo ponía en escena con sus dos únicos personajes, reencarnándolos en la situación que conviniera al chiste. Pero ese mecanismo tan somero lo hacía coincidir con los más felices sueños de destino de la infancia.
En Continuación de ideas diversas
31 may 2023
Juan Carlos Onetti - Lloverá siempre...
Hay en esta ciudad un cementerio marino más hermoso que el poema. Y hay o había o hubo allí, entre verdores y el agua, una tumba en cuya lápida se grabó el apellido de mi familia. Luego, en algún día repugnante del mes de agosto, lluvia, frío y viento, iré a ocuparlo con no sé qué vecinos. La losa no protege totalmente de la lluvia y, además, como ya fue escrito, lloverá siempre...
En Cuando ya no importe
Alberto Muñoz - De noche, la salamandra del fango
Lucía de noche
su traje de dinosaurio,
el pasado recalaba con escamas y diente de fregona.
María, la salamandra del fango.
Justo sería saludar a su paso
la bella nada paleolítica
y tirarle como antaño el beso soplado en la palma.
No es sencillo ver a la belleza
consagrando su fealdad en la historia de los saurios.
De sombrilla (porque el sol también genera inventos)
la vemos salir de la ópera, ridícula y amando.
¿A quién adorará de los divos?
¿Un castrati puede ser su mago negro?
¿Un tenor de calcetín y fernet?
¿Por qué no una sopranina de la Italia en gira
o la gran madama del regisseur?
Sale de la ópera y pasea por Quintana,
¡Dios nos libre de la música popular!
30 may 2023
Wallace Stevens - El poema va de la jerga del poeta a la jerga del vulgo...
Versión: Isaías Garde
El poema va de la jerga del poeta
A la jerga del vulgo y viceversa.
¿Va hacia adelante o hacia atrás
O en ambas direcciones? ¿Es una luminosidad halagadora
O la concentración de un día nublado?
¿Hay un poema que nunca da con las palabras
Y otro que banaliza el tiempo?
¿Es el poema al mismo tiempo particular y general?
He ahí una meditación, en lo que parece ser
Una evasión, algo no aprehendido o
No del todo aprehendido. ¿Nos elude el
Poeta, como en un elemento insensible?
¿Nos elude este ardiente, dependiente orador,
Portavoz de nuestros obstáculos más terminantes,
Exponente de una forma de hablar, orador
De un discurso que solo en parte pertenece a la lengua?
Es la jerga del vulgo la que busca.
Él trata, con peculiar discurso, de expresar
La particular potencia de lo general,
Para combinar el latín de la imaginación con
La lingua franca et jocundissima.
En Notas para una ficción suprema
The poem goes form the poet’s gibberish to
The gibberish of the vulgate and back again.
Does it move to and fro or is it of both
At once? Is it a luminous flattering
Or the concentration of a cloudy day?
Is there a poem that never reaches words
And one that chaffers the time away?
Is the poem both peculiar and general?
There’s a meditation there, in which there seems
To be an evasion, a thing not apprehended or
Not apprehended well. Does the poet
Evade us, as in a senseless element?
Evade, this hot, dependent orator,
The spokesman at our bluntest barriers,
Exponent by a form of speech, the speaker
Of a speech only a little of the tongue?
It is the gibberish of the vulgate that he seeks.
He tries by a peculiar speech to speak
The peculiar potency of the general,
To compound the imagination’s Latin with
The lingua franca et jocundissima.
29 may 2023
Thomas Bernhard - Lectura poética
No hay nada más insoportable para mí que lo que se llama una lectura poética, dijo Reger, es repelente sentarse y leer la propia basura, porque toda esa gente, al fin y al cabo, no lee otra cosa que basura. Cuando todavía son muy jóvenes, al fin y al cabo puede pasar, dijo Reger, pero cuando son mayores y se acercan ya a los cincuenta y más, sólo resulta repugnante. Pero precisamente esos escritores de más edad son los que leen en público, dijo Reger, por todas partes, y se suben a cualquier estrado, y se sientan ante cualquier mesa para declamar su prosa embrutecida y senil, así Reger. Hasta cuando su dentadura postiza no puede contener ya en su boca sus mentirosas palabras, se suben al tablado en cualquier sala municipal y leen sus imbecilidades verborreicas, así Reger.
En Maestros antiguos
Alejandra Pizarnik - Casa de la mente
la casa mental
reconstruida letra por letra
palabra por palabra
en mi doble figura de papel
atraviesa el mar de tinta
para dar un nueva forma
a un nuevo sentimiento
abre la boca
verde de sin raíces
la palabra sin su cuerpo
un nuevo orden musical
de colores de cuerpos de excedentes
de formas pequeñas
que se mueven gritan dicen nunca
la noche dice nunca
la noche me pronuncia
en un poema
14/IV/1970
En Poesía completa
27 may 2023
Enrique Lihn - Ciudades
Ciudades son imágenes.
Basta con un cuaderno de escolar para hacer
la absurda vida de la poesía
en su primera infancia:
extrañeza elevada al cubo de Durero,
y un dolor que no alcanza a ser él mismo,
melancólicamente.
Dos ratas blancas giran en un círculo
a la velocidad de la neurosis;
después de darme vueltas sesenta días justos
en el gran mundo como en una jaula,
me concentro en un solo pensamiento:
ratas que giran.
Blanca, velluda, diminuta esfera
partida en dos mitades que brincan por juntarse,
pero donde fue el tajo, la perpleja lisura
y el dolor, ahora están esas patitas,
y en medio de ellas sexos divisorios,
sexos compensatorios.
Nos salen cosas donde fuimos seres
aparte enteramente, enteramente aparte.
Cinco minutos de odio, total. cinco minutos.
Ciudades son lo mismo que perderse en la calle
de siempre, en esa parte del mundo, nunca en otra.
¿Qué es lo que no podría dar lo mismo
si se le devolviera al todo, en dos palabras,
el ser mezquinamente igual de lo distinto?
Sol del último día; ¡qué gran punto final
para la poesía y su trabajo!
En el gran mundo como en una jaula
afino un instrumento peligroso.