Biblioteca Ignoria

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Recortes literarios - Una antología

16 mar 2023

Hugo Gola - Ni las manos...

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Hugo Gola - Ni las manos...

ni las manos

ni los ojos

ni estos pies

que me llevan

son míos

yo ya no existo

Me derramé de golpe

sin pensarlo

y aquí me tienen


Yo iba

creí que iba

y no era yo

sino un aire

llevado a tumbos

barrido casi

por la mañana


No pude hablar

era la luz

evaporada


La mañana subía

y yo

amontonadito en ella

giraba


Cerré los ojos

no quise flotar

sobre la luz 

14 mar 2023

Jack Spicer - Un poema sin un solo pájaro

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Jack Spicer - Un poema sin un solo pájaro

Versión: Isaías Garde


¿Qué te puedo decir, querida,

Ahora que me pedís ayuda?

Ni conozco el futuro

Ni sé qué poesía

Estamos por escribir.

Suicidate. Volvete loca. Personas mejores

que cualquiera de nosotros ya lo intentaron.

Alguna vez te quise

Pero no conozco el futuro.

Lo único que sé es que amo la fortaleza en mis amigos

Y la grandeza

Y detesto la manera en que sus cuerpos se resquebrajan cuando mueren

Y son comidos por las imágenes.

Se acabó la joda. Se acabó el picnic.

Vovete loca. Suicidate. No quedará nada

Después de que te mueras o te vuelvas loca,

Excepto la serenidad de la poesía.


A Poem Without A Single Bird In It


What can I say to you, darling,

When you ask me for help?

I do not even know the future

Or even what poetry

We are going to write.

Commit suicide. Go mad. Better people

Than either of us have tried it.

I loved you once but

I do not know the future.

I only know that I love strength in my friends

And greatness

And hate the way their bodies crack when they die

And are eaten by images.

The fun’s over. The picnic’s over.

Go mad. Commit suicide. There will be nothing left

After you die or go mad,

But the calmness of poetry.

12 mar 2023

Emily Dickinson - Oh momento suntuoso... J1125 (1868)

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Emily Dickinson - Oh momento suntuoso... J1125 (1868)


Versión: Isaías Garde


Oh momento suntuoso

Marcha más lento

Para que pueda deleitarme en ti-

Nunca será igual pasar hambre

Ahora que veo la abundancia-

qué era pasar hambre, entonces o ahora-

Pregúntale por los matices del día

A aquel que es conducido al patíbulo-

Con la mañana en el cielo



J1125 (1868)


Oh Sumptuous moment

Slower go

That I may gloat on thee -

'Twill never be the same to starve

Now I abundance see -

Which was to famish, then or now -

The difference of Day

Ask him unto the Gallows led -

With morning in the sky

11 mar 2023

Alfonsina Storni - Contravoz

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Alfonsina Storni - Contravoz

Entierra la pluma

antes de atarte a los puños

como una llama

el dolor de servir

a cosas estultas.


Por su punta,

como por los canales

que desagotan el río,

tu agua se desparrama

y muere en el llano.


La palabra arrastra limos,

pule piedras,

y corta selvas imaginarias.


Piden los hombres

tu lengua,

tu cuerpo,

tu vida.


Tírate a una hoguera,

florece en la boca

de un cañón.


Una punta de cielo

rozara

la futura

casa humana.

10 mar 2023

Arnaldo Calveyra - ¡Escucha!, nos están rodeando de flores...

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Arnaldo Calveyra - ¡Escucha!, nos están rodeando de flores...

¡Escucha!, nos están rodeando de flores, todas las flores del Tala, batalla de más en más cerrada, repecharemos el Uruguay con la frente en las margaritas ¡escucha, escucha el colmenar solemne de los que llegan tarde, el arrancarse de las flores hacía el hondo!

El barco se ha dormido. ¡Escucha el menudeo del agua contra el reborde!, nos van las nubes esperando en el pontón, y abarca la luz los campos, la luz del aire hacia este fondo sin peces ni sin nubes.

No hemos dormido por esperar el día, llegamos.

Cierra los ojos, es el último azul, la isla, la isla y mariposas, la puerta, la van cerrando, se ha cerrado, dormida, entornada, vencida, convencida por las flores.

De El libro de las mariposas

Alfonsina Storni - Voz

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Alfonsina Storni - Voz

Te ataré

a los puños

como una llama,

dolor de servir

a cosas estultas.

Echaré a correr

con los puños en alto

por entre las casas

de los hombres.


Hemos dormido, todos,

demasiado.


Dormido

a plena luz

como las estrellas

a pleno día.


Dormido,

con las lámparas

a medio encender;

enfriados

en el ardimiento solar;

contando el número

de nuestros cabellos,

viendo crecer

nuestras veinte

uñas.


¿Cuándo?

los jardines del cielo

echarán raíces

en la carne de los hombres,

en la vida de los hombres,

en la casa de los hombres?


No hay que dormir,

hasta entonces.

Abiertos los párpados;

separados en los dedos,

si quieren ceder,

hasta enrojecerlos

por el cansancio,

como los círculos

lunares,

cuando la tormenta

quiere

desmembrar

el universo.

9 mar 2023

Alfonsina Storni - Las grandes mujeres

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Alfonsina Storni - Las grandes mujeres

En las grandes mujeres reposó el universo.

Las consumió el amor, como el fuego al estaño,

A unas; reinas, otras, sangraron su rebaño.

Beatriz y Lady Macbeth tienen genio diverso.


De algunas, en el mármol, queda el seno perverso.

Brillan las grandes madres de los grandes de antaño.

Y es la carne perfecta, dadivosa del daño.

Y son las exaltadas que entretejen el verso.


De los libros las tomo como de un escenario

Fastuoso —¿Las envidias, corazón mercenario?

Son gloriosas y grandes, y eres nada, te arguyo.


—Ay, rastreando en sus almas, como en selvas las lobas,

A mirarlas de cerca me bajé a sus alcobas

Y oí un bostezo enorme que se parece al tuyo.

8 mar 2023

Alfonsina Storni - Presentimiento

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Alfonsina Storni - Presentimiento

Tengo el presentimiento que he de vivir muy poco.

Esta cabeza mía se parece al crisol,

Purifica y consume.

Pero sin una queja, sin asomo de horror,

Para acabarme quiero que una tarde sin nubes,

Bajo el límpido sol,

Nazca de un gran jazmín una víbora blanca

Que dulce, dulcemente, me pique el corazón.

6 mar 2023

Juan L. Ortiz - Los ángeles bailan entre la hierba...

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Juan L. Ortiz - Los ángeles bailan entre la hierba...

Los ángeles bailan entre la hierba.

Ondulan un frío que relampaguea

y que cortaría la tarde.

La tarde dura como un diamante

que desvalora de pronto una nube efímera.


Los ángeles de Cocteau sentados en las cornisas

miraban caer la tarde con ojos violetas.


Es dura la vida. La vida es triste.

Como un mar la muerte viene del sur y anda en el sol.


Los ángeles bailan entre la hierba

y sonríen con una sonrisa filosa,

un poco lúgubre ¿cierto?

Sí, lúgubre, y breve.

5 mar 2023

Manuel Puig - Conciencia política

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Manuel Puig - Conciencia política

El 15 de setiembre de 1955 una revolución derrocó al régimen de Juan Domingo Perón. Gladys no había ido a clase por temor a tumultos callejeros, se levantó tarde y pidió a la doméstica —esta servía en casa de su madre desde hacía pocos meses, últimamente no duraban las personas de servicio porque Clara acostumbraba dosificar la comida— que le preparara un café. La doméstica le sirvió un pocillo y no pudiendo contener más el llanto fue corriendo al cuarto de servicio. Gladys se compadeció de la muchacha y fue a decirle —sin atinar a otra cosa— que el nuevo gobierno no abandonaría a la clase trabajadora, por el contrario, traería progreso y bienestar al país. La muchacha siguió llorando sin contestar nada. Gladys se preguntó a sí misma por qué estaba tan contenta de la caída de Perón: porque era un régimen fascista, se contestó, y era preciso recordar lo que Hitler y Mussolini habían sido capaces de hacer en el poder. Gladys además estaba contenta porque sin Perón no había riesgo de que otra vez cerraran la importación de revistas de modas y películas, y su madre no tendría más problema con el personal de servicio. Y se detendría la inflación.

En The Buenos Aires Affair

4 mar 2023

Louise Glück - El jardín

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Louise Glück - El jardín

No puedo hacerlo nuevamente,

difícilmente soportaría verlo;

bajo la tenue lluvia del jardín

la joven pareja siembra

un surco de guisantes, como si

nadie lo hubiese hecho nunca:

los grandes problemas todavía

no han sido enfrentados ni resueltos.

Ellos no pueden verse,

en el polvo fresco aún, empezar

sin ninguna perspectiva,

con las colinas al fondo, verdes y pálidas, nubladas de flores.

Ella desea detenerse;

él desea llegar hasta el fin,

permanecer en las cosas.

Mírala a ella tocar su mejilla,

pedirle una tregua, los dedos

ateridos por la lluvia primaveral;

en el pasto tierno estrellan rojos azafranes.

Aun aquí, aun en los comienzos del amor,

su mano al abandonar la cara

da una impresión de despedida,

y ellos se creen

capaces de ignorar

esta tristeza.


Versión: Eduardo Chirinos

En El iris salvaje

3 mar 2023

Juan José Saer - La apuesta de Pascal en otros términos

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Juan José Saer - La apuesta de Pascal en otros términos

Ya no sabiendo más que inventar para seguir emborrachándose de sangre humana hete aquí como dicen que se les ocurre la apuesta de Pascal que traducida en términos corrientes vendría a significar más o menos lo siguiente:

Mire Tomatis le damos a elegir a ver qué le parece, por un lado le proponemos una estadía por tiempo indeterminado en un hotel de lujo, con pileta de natación de agua de mar en una estación balnearia de moda y al mismo tiempo le mandamos dos lindas tetonas de veinte años, una negra y otra blanca para que le hagan lo que usted quiera y las puede cambiar por otras cuando lo desee, el bar y todos los restaurantes están también a su disposición, y todo esto por supuesto a usted no le cuesta un centavo, corre por cuenta de la producción; por el otro lado lo dejamos chapaleando con la mierda hasta el cuello lo cual no cambia nada de su situación actual y al primer gesto suyo que no nos guste lo agarramos a sopapos y en una de ésas se la cortamos en rebanadas; nos damos cuenta de que la decisión no es nada fácil pero francamente con la mano en el corazón usted qué elegiría.

En Lo imborrable

2 mar 2023

James George Frazer – Longevidad

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James George Frazer – Longevidad

Para asegurarse una larga vida, los chinos recurren a ciertos encantamientos complicados que concentran en sí mismos la esencia mágica que emana, según los principios homeopáticos, de los tiempos y las estaciones, de las personas y las cosas. Los vehículos empleados para transmitir estas influencias felices no son otros que las ropas de amortajar. De ellas se proveen en vida muchos chinos, y la mayoría de las gentes las hacen cortar y coser por muchachas solteras o mujeres muy jóvenes, calculando sabiamente que, como probablemente tales personas vivirán todavía muchos años, una parte de su capacidad para vivir mucho pasará seguramente a las telas y así retardarán por largo tiempo el momento en que deben tener su uso apropiado. Además, las prendas se coserán de preferencia en un año que tenga un mes intercalar, pues la mentalidad china cree sinceramente que las telas de amortajar hechas en un año excepcionalmente largo poseen la capacidad de prolongar la vida de un modo excepcional. Entre las vestiduras, en una de ellas en particular derrochan cuidados especiales para imbuirle esta cualidad inestimable. Es una gran túnica de seda de color azul obscuro con la palabra "longevidad" bordada sobre toda ella con hilo de oro. Regalar a un padre anciano uno de estos espléndidos y costosos ropajes, conocidos como "vestidos de longevidad", es estimado por los chinos como un acto de piedad filial y una delicada atención. Como con esta vestidura el propósito es prolongar la vida de su propietario, éste la lleva con frecuencia, especialmente en las fiestas, con objeto de facilitar la influencia de longevidad creada por las numerosas letras de oro con las que está adornada, y de que obre con toda su fuerza sobre su propia persona. El día de su cumpleaños, sobre todo, difícilmente dejarán de ponerse esta prenda, pues el sentido común en China atribuye un gran almacenamiento de energía vital al día del cumpleaños, el que se gastará en forma de salud y vigor durante el resto del año. Ataviado con su suntuosa mortaja y absorbiendo su bendita influencia por todos los poros del cuerpo, el feliz propietario de ella recibe complacido las felicitaciones de los amigos y parientes que calurosamente le expresan su admiración por el magnífico atavío y por la piedad filial que incitó a los hijos a regalar tan bellísimo y útil presente al autor de sus días.

En La rama dorada

César Aira - Traducción

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César Aira - Traducción

A un traductor se le están planteando todo el tiempo los pequeños grandes problemas de la microscopía de la escritura. Yo dejé de traducir hace diez años, y lo hice con alivio, pero pasado el tiempo empecé a sentir que había perdido algo. Y sigo sintiéndolo. Lo que más extraño no son las facilidades del oficio sino sus dificultades, esas perplejidades puntuales que despertaban mi pensamiento por lo común adormecido. Ahora que ya no traduzco tengo que inventármelas. Invento una, ya que estoy. Supongamos que en una novela que sucede en un país lejano los personajes, en la más extrema pobreza, se ven obligados a sobrevivir de lo que les da una naturaleza avara, alimentos que el autor menciona por sus nombres, seguro de que sus lectores connacionales captarán de inmediato de qué se trata: esos pobres infelices están en el fondo de la miseria y el desamparo, víctimas del atraso, de la injusticia social, casi al nivel de los animales... Pero sucede que los alimentos que menciona para transmitir ese mensaje son la rúcula, los champignones y el salmón ahumado, que para sus connacionales serán inmediatamente señales de pobreza, de comer lo que crece silvestre en los prados y se atrapa con la mano en los arroyuelos, mientras que en la lengua y el país del traductor connotan caros restaurantes gourmet, sofisticación y riqueza. ¿Qué hacer? Descartado el recurso fácil de la nota al pie, la “N.d.T.” de la que todo buen traductor aborrece con justo motivo, una solución sería evitar lo específico y poner algo así como “hierbas y hongos silvestres, y pescado ahumado”. Eso podría funcionar, siempre y cuando unas páginas más allá al autor no se le ocurra que la rúcula o los champignones o el salmón jueguen un papel en tanto tales en el argumento de la novela, por ejemplo que los salmones que nadan contra la corriente por el río que pasa cerca de la primitiva aldea de los personajes traigan adheridas unas partículas fosforescentes que indican que en el mar frente a la desembocadura del río se están llevando a cabo operaciones de mutación de algas por parte de un grupo de científicos renegados de la NASA... Ahí yo, traductor (pero todo esto es un problema imaginario), adoptaría una solución radical: los haría alimentarse de bagres fileteados, lo que para un lector argentino transmitiría muy bien la idea de pobreza extrema. Y las partículas fosforescentes se las pondría en la punta de los bigotes. Y como los bagres nadan a favor y no en contra de la corriente, los científicos clandestinos estarían trabajando río arriba, tierra adentro, quizás en lo alto de las montañas, haciendo sus alquimias con las rocas de las surgentes. Poco a poco se iría transformando en una novela mía, y no sé si podría seguir tratándose de una traducción.

En Continuación de ideas diversas 

24 feb 2023

Silvina Ocampo - Soneto involuntario

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Silvina Ocampo - Soneto involuntario

Cuando descanses, con tu sueño, sola,

en tu lecho final, ¡oh prostituta!

verás tu corazón que no se inmuta

en los espejos que la muerte inmola.


Los ángeles vendrán a murmurarte

que la vida termina con lujuria

y pensarás tal vez que es una injuria

y pedirás que paguen para amarte.


¿Qué diferencia habrá entre tú y la rosa,

entre el amor y el ansia delictuosa?

Muerde el gusano todas las pupilas,


se pudren también todas las lilas,

como si la inocencia y los pecados

pudieran ser igualmente valuados.

23 feb 2023

Silvina Ocampo - Habla la sibila a sus consultantes

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Silvina Ocampo - Habla la sibila a sus consultantes

Creo que en todas partes está nuestro destino:

el lápiz en la mano donde vamos nos sigue

con su garganta abierta, con su lengua que es látigo.

Como un maestro que tiene malos discípulos

a veces se enardece, nos odia y nos castiga;

ellos como los niños que no saben aún leer,

miran pasar los signos pensando en otra cosa

y vienen a pedir que yo se los enseñe.

¡Árbol, casa, montaña, rompiente de las olas,

huellas del barro negras, insecto entre las rosas,

guantes sobre la silla olvidados, arboleda,

dársena del adiós, pámpanos y tormentas,

manchas en las paredes de la demolición,

monedas de cincuenta centavos, lunas pérfidas!

En vosotros están los retratos variados

del tirano futuro que asolará la patria,

del ángel encendido que habrá de protegernos,

de la misteriosa casa que ocuparemos,

de la cara de nuestro rival o del amante.

Soy la sierva que mira lo que me enseña el amo,

la sierva que trasmite sus mensajes divinos

con mi mano y mis ojos vigilantes y absortos.