¡Hiciste bien en irte Arthur Rimbaud! Tus dieciocho años refractarios a la amistad, a la malevolencia, a la zoncera de los poetas de París y al ronroneo de abeja estéril de tu familia ardenense un poco loca: hiciste bien en dispersarlos al viento de los confines, en arrojarlos al cuchillo de su precoz guillotina. Tuviste razón al abandonar el bulevar de los perezosos, las fondas de los mea-liras, a cambio del infierno de las bestias, del comercio de los astutos y del saludo de los simples.
¡Ese impulso absurdo del cuerpo y del alma, esa bala de cañón que alcanza su blanco haciéndolo estallar, sí, es eso la vida de un hombre! No se puede, al salir de la infancia, indefinidamente estrangular al prójimo. Aunque los volcanes poco cambien de lugar, su lava recorre el gran vacío del mundo y le lleva virtudes que cantan en sus heridas.
¡Hiciste bien en irte Arthur Rimbaud! Somos unos pocos en creer sin pruebas que la felicidad es posible junto a vos.
Versión: Dante Medina


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