Aquí, junto al mar, frente al infinito
De su música hecha de contraste
De agua, sol y extensión, tú me llamaste,
Señor, desde una roca de granito,
Que mi barco, al pasar, casi ha rozado.
Fue tu voz ancestral la que he oído.
¡Ah Señor! Tú bien sabes que yo he sido,
Cómo te oí y fui purificado.
Aquí en el mar, aquí en el mar,
Oh Señor, frente a las constelaciones,
Haz que pueda llorar
En una rara fiesta de visiones.


0 Comentarios