Un rugido de la Muerte: «No te diré nada, no me vengas con tonterías. No tienes cabeza, no tienes oídos. No has nacido. Hombre, no has venido al mundo. Eres un aborto con alucinaciones. Con ideas insolentes. Tendrías que haber nacido para que nos diéramos cuenta de cómo son las cosas. El mundo necesita a otros tipos que no sean como tú, más inteligentes y menos insolentes, que vean cómo son las cosas, no de azúcar, sino de azúcar y mierda, todo mezclado. Bueno, muchacho, dame tu corazón para que acabe contigo. Para que lo tire a la basura, que es donde debe estar. La jeta te la puedes guardar.
En Berlin Alexanderplatz
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