8 ene 2020
Peter Handke - Confusión
"¿Es aquello que está con la boca abierta en el campo de vuelo un
tiburón?".
"No, es la escotilla de entrada del avión abierta".
''Aquello que está en el huerto, ¿es un montón de granadas de mano?".
"No, lo que está en el huerto es un montón de manzanas negras,
podridas".
"¡Mira, ha caído un rayo sobre el sello!".
"No, es sólo una parte del matasellos".
Veo deslizarse por la pierna de la mujer un ácido corrosivo que resulta
ser una malla corriente.
Veo en la mano del abuelo una baraja en abanico que resulta ser un
letrero luminoso recién instalado.
Veo arrugarse una hormiga sobre el fogón de una cocina eléctrica que
resultan ser dos camorristas en la calle peleándose.
"Mira allí, sobre la cama, ¡dos ratas muertas!".
“No, son sólo tus calcetines anudados".
“¿Puedo envolver con esto mi barra de pan?".
"Pero si es nieve".
“¡Hola! ¡Debe tratarse de una interferencia en la línea!".
“No, es sólo alguien que jadea al teléfono".
"¡El tejador se ha estrellado!".
"Sólo es una mancha en la ventana".
Quiero comer moras del montón de alambre de espino;
mondarme los dientes con el poste de telégrafos;
me acerco a la luna creciente con un cortaúñas.
"¡Mira, allí, en la cuneta, un auto volcado!".
“No, son sólo un par de zapatos tirados".
“¡Oh, de pronto me ha entrado calor!".
"No, tan sólo estás asustado".
"'¡Deja de empujarme por detrás!".
“No, fue sólo un grito".
“¡Por poco me ahogo con este bocado!".
“No, es sólo que por algún motivo te has llevado una alegría".
Tomo el crujir del armario por el ruido al quitar el seguro de un arma.
El frío picaporte me parece un golpe en la nuca.
Confundo el nido de golondrinas con un macetero tirado en la calle.
¿Qué significa esta gran A, allí, en la luna del escaparate?".
"Tan sólo estás gritando de dolor".
"¿Por qué se arrastran los ajusticiados sobre la acera?".
"Únicamente se te ha desatado el cordón del zapato".
"¡Mira, el turón ha absorbido todo el huevo!".
"Es la almohada, que se ha aplastado".
"¿Quién respira en la habitación de al lado?".
"Tan sólo se ha hecho de noche".
Para mí, la despedida es el deslizarse del barco durante su bautizo;
la víspera de la boda, un papel de pared mal pegado;
espirar, una carrera en el bosque sobre el campo sembrado.
"¡Escucha cómo silba en el baño el secador de pelo!".
"No, es una tormenta ígnea".
"¿No se puede aplastar la avispa de una vez por todas?".
"En el bastidor de la ventana se ha soltado una astilla y zumba así
porque fuera está soplando el viento".
"Me siento como un auricular colgado".
"Tan sólo estás exhausto".
"Ahora mismo me gustaría estar en una boda campestre".
"Tan sólo tienes ganas de matar a alguien".
"Quisiera pinchar el agua con un alfiler".
"Es que es domingo por la mañana".
El malestar es un abrigo sobre las rodillas en el cine;
la batalla inminente es una canastilla vacía;
el chillido del gato es el chirriar de los pasadores de la cortina.
"Levanto de pronto el pie del acelerador. No, me he despertado".
"Resbalo en el barro. No, te abrazo".
"Me siento junto a la silla. No, fue tan sólo una ráfaga de viento".
De pronto, alguien me silba en la oscuridad - más bien habría que decir
que ya no sé qué hacer -; es decir, me silban en la oscuridad - sí, no sé
qué hacer".
Un único brazo se ha alzado en el aula de clase - en esto consiste la
vergüenza -; sí, yo, el único que está en el aula, alzo el brazo - sí, me
avergüenzo.
Traducción: Sandra Santana
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