24 abr 2019
Anton Chejov - El arte no debe resolver los problemas
A veces profeso la
herejía, pero aún no he llegado al extremo de renegar por completo de los
problemas del arte. En mis conversaciones con mis colegas escritores insisto
siempre en el hecho de que no corresponde al artista resolver problemas
específicos. Un artista no debe ocuparse de cosas que no comprende. Para los
problemas especiales existen entre nosotros especialistas; a ellos corresponde
juzgar las comunidades rurales, las suertes del capital, los daños del
alcoholismo, las botas, las enfermedades femeninas… El artista, por su parte,
sólo debe juzgar lo que comprende; su campo es limitado, como el de cualquier
otro especialista: es algo que repito y sobre lo que insisto siempre. Sólo
quien no ha escrito nunca y no se ha ocupado nunca de las imágenes puede decir
que en su esfera no hay problemas, sólo respuestas. El artista observa, elige,
intuye, asocia; ya de por sí esos actos presuponen, en principio, un problema;
si desde el inicio uno no se plantea un problema, no tiene nada que intuir ni
que elegir. […]
Tiene usted razón
cuando exige del artista la conciencia de la propia labor, pero confunde usted
dos conceptos: la solución del problema y su planteamiento justo. Para el
artista sólo esto último es obligatorio. En Anna Karénina y en Onieguin no se
resuelve ningún problema; ahora bien, esas obras son plenamente satisfactorias
porque en ellas todas las cuestiones están planteadas justamente. Un tribunal
tiene la obligación de hacer preguntas; luego deciden los miembros del jurado,
cada uno según su parecer.
(A Alekséi Suvorin,
Moscú, 27 de octubre de 1888)
En Sin trama y sin final, 99 consejos para escritores
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