Estoy contenta de ser una esposa burguesa.
Tengo medicina prepaga
y un pantalón
de algodón llamado jogging con el que corro y sudo
sexual e intelectualmente
por los bosques urbanos.
Soy progresista.
Pese a que
a veces por la noche temo que el mundo
se precipite sobre mis cultivos
en el balcón, o un marciano
cadavérico entre con una ametralladora
de rayos a decirme "Paga, paga, paga",
estoy feliz en este mundo que se va
flotando hacia la muerte.
He aportado a la campaña
del Partido de la Eterna Revolución,
la Congoja Interior
y el Karma.
En El hombre del codo en la ventana
Barnacle 2025


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