Nadia Danon. Un poco antes de morir un pájaro
en una rama la despertó.
A las cuatro de la madrugada, antes de clarear,
Narimi
Narimi, dijo el pájaro.
¿Qué seré cuando muera? Un sonido o un olor
o no. He empezado una servilleta.
Tal vez pueda acabarla. El doctor Pinto
es optimista: la situación es estable. Tal vez el izquierdo
no esté tan bien. El derecho está limpio. Las radiografías
son claras. Compruébalo tú misma: no hay metástasis.
A las cuatro de la madrugada, antes de clarear, Nadia Danon
empieza a recordar. Queso de oveja. Copa de vino.
Racimo de uvas. Olor a tarde lenta en las colinas de Creta,
sabor a agua fría, rumor de pinos, la sombra
de las montañas cayendo sobre la llanura,
Narimi
Narimi, cantaba el pájaro allí. Me pondré a bordar.
Por la mañana habré terminado.
En
El mismo mar
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