21 may 2024
Alberto Laiseca - Sociedades esotéricas
Ambos pertenecían a una Sociedad Esotérica de sólo tres miembros, a la cual habían puesto el nombre megalómano de Sociedad de los Setenta Guerreros. Tal denominación se elaboró con fines invocatorios. Según decían, quizá en esa forma lograsen aumentar su reducido número. Eran tres, como ya se dijo: Coco el Maestro, Coquito el discípulo, y una tercera persona nebulosa e inaccesible —a quien sólo el Maestro podía visitar— llamada Súper Coco, o Súper a secas. Estaban enemistados con otra Sociedad de ocultistas denominada El Círculo Caucasiano de las Treinta y Tres Tizas. Esta sí que era una agrupación poderosa: una multitud de cuatro, por lo menos. Se combatían día y noche con una industria digna de mejor causa. No les quedaba tiempo —tanto a unos como a otros— más que para sus luchas. Así, pues, por lo general, las Sociedades Esotéricas sólo sirven para combatir entre sí.
En De mi bastón salen jingles
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