El camino es ancho como el cielo azul,
Pero ante mis ojos no hay salida.
Me siento avergonzado de mezclarme con quienes no tienen agallas
Y de apostar en riñas de gallos y de perros por peras o nueces.
Feng terminaría volviendo a casa sin haber conseguido un pescado para comer;
Zhou no pensaba que inclinarse ante los nobles fuera apropiado.
El general Han fue burlado en la plaza del mercado;
Jia, el brillante erudito, cayó en desgracia y fue desterrado.
¿No has oído hablar del Rey de Yan de los tiempos pasados,
Que veneraba los talentos y construyó una terraza
sobre la cual ofrendaba oro a los hombres dotados,
Y se rebajaba a barrer el piso ante ellos para darles la bienvenida?
Agradecidos, Ju Xin y Yue Yi vinieron entonces,
Ambos eran ricos en estratagemas y le sirvieron en cuerpo y alma.
Los huesos del rey están ahora sepultados,
¿Quién va a barrer otra vez el piso de la Terraza Dorada?
Arduo es el camino.
¡Regresa sin demora!
0 Comentarios