—Justo de eso se trata —dijo Hillel amablemente—. Curar a todos los hombres con una sola cucharada… eso es solo privilegio de los médicos. El que pregunta obtiene la respuesta que necesita: de lo contrario, ninguna criatura seguiría el camino de sus anhelos. ¿Acaso cree usted que nuestras escrituras judías solo tienen consonantes por capricho…? Cada cual ha de encontrar por sí mismo las vocales ocultas que le revelarán un significado concreto, solo para él… la palabra viva no debe agarrotarse en un dogma muerto.
En El Gólem
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