Xavier de Maistre - Haré zigzags y recorreré todas las líneas posibles...

12 ene 2020

Xavier de Maistre - Haré zigzags y recorreré todas las líneas posibles...

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Xavier de Maistre - Haré zigzags y recorreré todas las líneas posibles...


Mi habitación está situada a cuarenta y cinco grados de latitud, según las medidas del padre Beccaria; su dirección es de levante a poniente, formando un largo cuadrado de treinta y seis pies de lado, que roza la muralla. Mi viaje contendrá sin embargo más; pues la atravesaré a menudo a lo largo y ancho, o bien en diagonal, sin seguir ni regla ni método alguno. Incluso haré zigzags y recorreré todas las líneas posibles en geometría si la necesidad así lo exige. No me gustan las personas que son tan dueñas de sus pasos y de sus ideas que dicen: «Hoy haré tres visitas, escribiré cuatro cartas, terminaré esta obra que he comenzado». ¡Mi alma está tan abierta a toda clase de ideas, de gustos y de sentimientos; recibe tan ávidamente todo lo que se presenta…! ¿Y por qué rechazaría los gozos esparcidos en el difícil camino de la vida? Son tan escasos, están tan diseminados, que habría que estar loco para no pararse, e incluso desviarse del camino para recoger todos aquellos que están a nuestro alcance. Nada hay más atractivo, en mi opinión, que seguir las ideas siguiendo su rastro, como el cazador persigue la presa sin pretender seguir ninguna ruta. De modo que, cuando viajo por mi habitación, rara vez recorro una línea recta; voy de mi mesa hacia un cuadro que esta colocado en un rincón, de allí parto oblicuamente para ir a la puerta; pero aunque al partir mi intención sea dirigirme allí, si me encuentro en el camino con mi butaca, no me lo pienso, y me acomodo de inmediato. Qué excelente mueble es una butaca, es sobre todo de lo más útil para cualquier hombre meditativo. En las largas veladas de invierno, es a veces agradable y siempre prudente tumbarse en ella perezosamente, lejos del estrépito de las reuniones multitudinarias. Un buen fuego, unos libros, unas plumas, ¡cuántos recursos contra el aburrimiento!

Y aún más, ¡qué placer olvidarse de los libros y las plumas para ponerse a atizar el fuego, entregándose a alguna dulce meditación o componiendo algunas rimas para alegrar a los amigos! Las horas discurren ante vosotros y caen silenciosas en la eternidad, sin que sintáis su triste pasar.

Viaje alrededor de mi habitación, IV

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