Manuel Machado - Ars Moriendi

3 ene 2019

Manuel Machado - Ars Moriendi


Manuel Machado - Ars Moriendi


I

Morir es... Una flor hay, en el sueño
—que, al despertar, no está ya en nuestras manos—,
de aromas y colores imposibles...
Y un día sin aurora la cortamos.

II

Dichoso es el que olvida
el porqué del viaje
y, en la estrella, en la flor, en el celaje,
deja su alma prendida.

III

Y yo había dicho: «¡Vive!»
Es decir: ama y besa,
escucha, mira, toca,
embriágate y sueña...

Y ahora suspiro: «¡Muérete!»
Es decir: calla, ciega,
abstente, para, olvida,
resígnate... y espera.

IV

Era un agua que se secó,
un aroma que se esfumó,
una lumbre que se apagó...

Y ya es sólo la aridez,
la insipidez,
la hez...

V

La Vida se aparece como un sueño
en nuestra infancia... Luego despertamos
a verla, y caminamos
el encanto buscándole risueño
que primero soñamos;
... y, como no lo hallamos,
buscándolo seguimos,
hasta que para siempre nos dormimos.

VI

¡Y Ella viene siempre!  Desde que nacemos,
su paso, lejano o próximo, huella
el mismo sendero por donde corremos
hasta dar con Ella.

VII

Lleno estoy de sospechas de verdades
que no me sirven ya para la vida,
pero que me preparan dulcemente
a bien morir...

VIII

Mi pensamiento, como un sol ardiente,
ha cegado mi espíritu y secado
mi corazón ...

IX

El cuerpo joven, pero el alma helada,
sé que voy a morir, porque no amo
ya nada.

Diles, con esa fresca boca lasciva…,
¡que no son de este mundo nuestros amores!

Igual camino en suerte nos ha cabido,
un ansia igual nos lleva que no se agota,
hasta que se confundan en el olvido,
tu hermosura podrida, mi lira rota.

Crucemos nuestra calle de la Amargura
levantadas las frentes, juntas las manos…
¡Ven tú conmigo, reina de la hermosura!

¡Hetairas y poetas somos hermanos!