Hugo Gola - La mañana no tiene...

sino una espesa niebla

Vacía de tus manos

vacía de las pocas palmadas

que siempre te acompañan

La mañana

este silencio

Sólo una niebla

entra en tus ojos

una llovizna de frío

una cortina

sin el menor recuerdo

de tu fuego

Los diarios

las palabras

los brazos

que toman otros brazos

algunos libros cerrados

esperando

la calle

el fuego de la calle

la bocacalle abierta como fauce

tu distracción

el refugio de alguna librería

la esperanza de encontrar una palabra

que te encienda

Pero la niebla

cae

sobre los rostros frescos

sobre las manos de los amigos

sobre los expedientes

sobre los vidrios empañados

sobre esta política

que pone sus dedos en tu garganta

sobre esta desolación

que te golpea

como a un cristal herido

Piedra

una vez más

piedra

donde poner

algún ladrillo

piedra

mano

corazón

no sólo niebla

No sólo por favor

no sólo

una mano tan blanda

no sólo

esta tierra tan movida

Piedra

por favor

piedra

por favor

o río

o árbol

tronco

canoa

algo que sirva

que resista

que te apoye

algún grito

alguna palabra

alguna sangre

que se dé por algo

Y esta mañana

toda niebla

hasta cubrirte

no ayuda ciertamente

esta mañana

tan blanda

Te vienen ganas

de olvidar tus compromisos

tus urgencias

ganas de andar

con esta niebla

ganas de ser

un poco más de niebla

un humo

un espiral

un silbo

Pero hay un horizonte dolorido

y llora el sol

el campo arado

las manos

los zapatos

el tiempo

las ciudades

Ganas de ser de niebla

sí

pero la piedra

ganas de andar volando

pero el grito

la espiral que te salve

la columna

la piedra

subida sobre la piedra

apoyándose