Muchos se quejan de que las palabras de los sabios son sólo metáforas, inaplicables a la vida diaria, y sólo tenemos ésta. Cuando el sabio dice: «Ve hacia el otro lado», no pretende que se cruce la calle, lo que se podría hacer si mereciera la pena el camino, sino que más bien hace referencia a un más allá legendario, a algo que no conocemos y que él tampoco específica, por lo que no nos puede ayudar nada en esta vida Todas esas metáforas sólo quieren expresar que lo incomprensible es incomprensible, y eso ya lo sabemos. Pero las cosas de las que hay que ocuparse a diario son muy diferentes.
Sobre esto dijo uno:
—¿Por qué os ponéis a la defensiva? Si siguierais las metáforas, os convertiríais en metáforas y estaríais libres de todas las penalidades de la vida.
Otro dijo:
—Apuesto a que eso también es una metáfora.
El primero dijo:
—Has ganado.
—Pero sólo de un modo metafórico.
El primero dijo:
—No, en la realidad; metafóricamente, has perdido.