16 mar 2020

Friedrich Hölderlin - Si desde lejos...


Friedrich Hölderlin - Si desde lejos...


Si desde lejos, aunque separados.
Me reconoces todavía, y el pasado,
—¡Oh tú, partícipe de mis penas!—
Significa algo hermoso para ti,

Entonces dime, ¿cómo tu amada espera?
¿En aquel jardín donde nos encontramos
Después de un tiempo terrible y oscuro?
Aquí en los ríos del mundo sagrado.

He de admitirlo, había algo hermoso
En tu mirada, cuando desde lejos
Alegre volviste tu cabeza,
Hombre siempre reservado, de sombrío

Aspecto. ¿Cómo pasaron las horas, cómo
Mi alma pudo estar serena
Ante la verdad de la separación?
¡Sí!, confieso que fui tuya.

¡Es cierto! Me traes a la memoria
Cuanto ya sé y lo escribes
En tus cartas, también
Yo recordaré el pasado.

¿Era primavera? ¿Era verano? El ruiseñor
Entonaba su dulce canto entre pájaros
De arbustos cercanos
Y con sus aromas los árboles nos envolvían.

Los claros caminos, el matorral, y la arena
Sobre la que caminábamos, tornaban más alegres
Y dulces los jacintos
O los tulipanes, el clavel, la violeta.

Entre paredes y murallas verdeaba la hiedra, verdeaba
Una sacra oscuridad de altas alamedas. Tantas
Noches, tantas mañanas allí estuvimos
Hablando de cualquier cosa y mirándonos con gozo.

Resucitaba en mis brazos el joven
Que perdido llegó de los campos,
El que con melancolía me hizo contemplarlos,
Hasta guardar los nombres

De aquellos lugares que tanto amó,
La belleza que sobre la tierra patria florece
O se oculta en sagradas orillas, y desde lo alto

Contemplar es posible hasta donde el mar se pierde
Y nadie quiere estar. Alégrate y piensa
En la que todavía se complace
Porque para nosotros brilló el radiante día,

El que con declaraciones comenzara, entrelazando
Las manos, uniéndonos. ¡Ay de mí!
Fueron hermosos días. Pero
Una triste oscuridad llegó tras ellos.

¡Que muy solo te encuentras en el hermoso mundo
Siempre me aseguras, amado mío!
Mas no sabes...


En Poemas de la locura
Versión de Txaro Santoro y José María Álvarez
Imagen: Louise Keller, Holderlin (1842)



Wenn aus der Ferne

Wenn aus der Ferne, da wir geschieden sind,
Ich dir noch kennbar bin, die Vergangenheit
O du Theilhaber meiner Leiden!
Einiges Gute bezeichnen dir kann,

So sage, wie erwartet die Freundin dich?
In jenen Gärten, da nach entsezlicher
Und dunkler Zeit wir uns gefunden?
Hier an den Strömen der heilgen Urwelt.

Das muss ich sagen, einiges Gutes war
In deinen Bliken, als in den Fernen du
Dich einmal fröhlich umgesehen
Immer verschlossener Mensch, mit finstrem

Aussehn. Wie flossen Stunden dahin, wie still
War meine Seele über der Wahrheit dass
Ich so getrennt gewesen wäre?
Ja! ich gestand es, ich war die deine.

Wahrhafftig! wie du alles Bekannte mir
In mein Gedächtniss bringen und schreiben willst,
Mit Briefen, so ergeht es mir auch
Dass ich Vergangenes alles sage.

Wars Frühling? war es Sommer? die Nachtigall
Mit süssem Liede lebt mit Vögeln, die
Nicht ferne waren im Gebüsche
Und mit Gerüchen umgaben Bäum' uns.

Die klaren Gänge, niedres Gesträuch und Sand
Auf dem wir traten, machten erfreulicher
Und lieblicher die Hyacinthe
Oder die Tulpe, Viole, Nelke.

Um Wänd und Mauern grünte der Epheu, grünt'
Ein seelig Dunkel hoher Alleeen. Offt
Des Abends, Morgens waren dort wir
Redeten manches und sahn uns froh an.

In meinen Armen lebte der Jüngling auf,
Der, noch verlassen, aus den Gefilden kam,
Die er mir wies, mit einer Schwermuth,
Aber die Nahmen der seltnen Orte.

Und alles Schöne hatt' er behalten, das
An seeligen Gestaden, auch mir sehr werth
Im heimatlichen lande blühet
Oder verborgen, aus hoher Aussicht,

Allwo das Meer auch einer beschauen kann,
Doch keiner seyn will. Nehme vorlieb, und denk
An die, die noch vergnügt ist, darum,
Weil der entzükende Tag uns anschien,

Der mit Geständmiss oder der Hände Druk
Anhub, der uns vereinet. Ach! wehe mir!
Es waren schöne Tage. Aber
Traurige Dämmerung folgte nachher.

Du seiest so allein in der schönen Welt
Behauptest du mir immer, Geliebter! das
Weist aber du nicht...



No hay comentarios.:

Publicar un comentario